Olivia
O’Ballivan tenía facilidad para comunicarse con los animales; habilidad
que no tenía con los hombres. Especialmente con Tanner Quinn, el
constructor que acababa de instalarse en el rancho vecino. El asombroso
vínculo de Olivia con el poni de la hija de Tanner hacía que éste se
cuestionase la salud mental de ella. Al mismo tiempo, ella dudaba de la
capacidad de él como cowboy.
La
hija de Tanner, Sophie, de doce años, iba a conspirar con Olivia para
conseguir que un trotamundos como Tanner se asentara por fin,
convirtiéndose en un hombre de familia para siempre.
Melanie Milburne - Un Lugar Para Casarse
Hace 6 meses
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