Cuando Angelos Petrakos vio a la supermodelo Thea Dauntry en un lujoso restaurante de Londres, supo que ella no era en realidad la mujer de innata elegancia que aparentaba ser...
Para Thea, la reaparición de Angelos era desastrosa. Lo último que deseaba cuando un vizconde con el que estaba cenando estaba a punto de pedirle que se casara con él era que alguien le recordara su pasado. Un encuentro afortunado con el guapo magnate griego hacía unos años le había permitido forjarse su futuro.
Pero Angelos nunca pudo olvidar cómo ella lo utilizó.
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