Su
propia hermana le había robado a su prometido. Como resultado de esto,
Cherry Gibbs estaba perdida en Italia, con su coche de alquiler parado
en medio de una carretera secundaria. Se estaba preguntando qué más
podía salirle mal cuando, al levantar la vista, se encontró con la
penetrante mirada de Vittorio Carella. A pesar de que él tenía todo lo
que ella se había jurado evitar, como un gran encanto y un deslumbrante
atractivo, Cherry aceptó pasar la noche en la casa de su salvador. Muy
pronto, se vio embriagada por el maravilloso entorno y seducida por las
hábiles caricias de Vittorio. Sin embargo, aquello no podía ser real.
Vittorio podría elegir cualquier mujer de la élite social de Italia.
Entonces, ¿por qué se había fijado precisamente en ella?
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