Tasha estaba encantada de haberse quedado embarazada, pero decirle al empresario australiano Jared North que iba a ser padre sería lo más difícil que tendría que hacer en su vida. Llevaban tres años teniendo una apasionada relación, pero el matrimonio jamás había figurado en sus planes.
Pero entonces Jared sorprendió a Tasha pidiéndole que se casara con él, y todo cambió. Tasha rechazó la petición convencida de que él solo lo hacía porque era lo más adecuado para el bebé, no porque la amara.
¿Aceptaría él un no por respuesta?
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