Rebecca
Wilder irrumpió en la reunión de directores de Cordell Enterprises, en
el corazón de Nueva York, y le pidió a Slade que actuara para salvar
el ganado de su rancho australiano, amenazado por una terrible sequía.
Cumplida su tarea, quiso volver a casa inmediatamente. Pero la decisión
de Slade de viajar a Australia con ella trastornó todos sus planes.
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