El
negociante americano John Raven se llevó la joya de la temporada de
Londres ante las mismas narices de la buena sociedad. Ofreció a la
encantadora lady Catherine Montfort libertad a cambio de matrimonio y
ella aceptó a pesar de la afirmación de su padre de que preferiría ver
muerto a ese plebeyo de las colonias antes que casado con su hija. Catherine
no esperaba nada de Raven, pero su enigmático y seductor esposo de
nombre le hacía desear una noche de bodas de verdad. Se había casado con
ella por conveniencia, pero temía que lo había metido en un buen lío.
¿Había puesto en grave peligro a Raven al aceptar su mano?
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